¿Has sentido alguna vez que por complacer, sentirte útil hacia los demás has dejado de priorizarte a ti mism@?
¿Sientes que pierdes energía, identidad o quedas en último lugar en determinadas situaciones?
No priorizarse provoca síntomas a largo plazo, falta de identidad, de energía, de deseos y autoestima.
Muchas veces esto sucede por la tendencia en las relaciones o sistemas familiares, a no parar a pensar qué es lo que necesitas, dejándote llevar por esa costumbre a no ponerte en primer lugar y complacer o delegar las decisiones en las otras personas.
Proteger tus propias necesidades tiene que ser algo esencial para tu salud mental y aquí te dejo unas pautas:
💆Trabajar en las propias necesidades: Si no te priorizas quizás es porque ni siquiera te has planteado, qué necesitas. Si no sabes lo que necesitas, probablemente te dejarás llevar por las obligaciones, por lo que te piden, o deciden.
Hazte esta pregunta: ¿Qué necesito?
🌐Darse tiempo y tomar perspectiva: Date tiempo a dar respuestas, reflexiona antes de decidir y valora realmente si quieres o no quieres hacer lo que te piden, invitan. Da una respuesta acorde a tus voluntades reales. No te sientas mal por decir no. Al mismo tiempo, maneja distancia con el entorno. No automatizes, haciéndote cargo de los problemas o acontecimientos de manera automática.
💫Trabajar sobre la identidad: Haz un repaso sobre tu identidad personal. Esto significa hacer un esfuerzo en reafirmar cómo eres, qué te gusta hacer, en qué proyectos te gustaría estar, dejando de lado expectativas del entorno familiar y de la sociedad. ¿Qué es lo que a tí como humano te hace ser auténtico?
🧘Trabajar sobre el tiempo personal: Incorpora hábitos saludables y tiempo de calidad que te produzcan real satisfacción, tiempo en el que te sientas realizado, sentir aquello que haces. Atender a las sensaciones, a las emociones que pones en cada cosa que hagas.
☝Priorizarte, no es una pérdida de tiempo, si no una inversión de calida para tu salud mental y la de los de tu alrededor. No se trata de hacerlo un día mucho y pensar que ya te has priorizado, es incluirlo en tu rutina, como un hábito.