El primer paso es la consciencia. Cuando una persona toma conciencia sobre sí misma, conecta con lo que sucede, y le da espacio y visión, se hace responsable de eso y algo cambia. El tomar consciencia de lo que nos sucede no es la solución a nuestros problemas pero si el primer paso que dar.

El segundo paso es procesar. Sin proceso no hay cambio, cuando se tapan los procesos de sucesos que hay que elaborar y no se elaboran, estos al cabo  de meses o años salen con fuerza manifestándose de diferentes formas (ansiedades, estados depresivos, duelos mal elaborados). Por eso, hay que darle espacio al dolor si es necesario, a la tristeza, y a todas aquellas emociones que tanto nos gusta ocultar en esta sociedad.

El tercer paso es poner, tantear posibilidades, generadas normalmente de manera automática desde la misma necesidad de la persona. Autoresponsabilizarse de lo que uno siente para poder seguir adelante, es primordial para crecer a nivel personal.

Considero que la conducta se cambiar a través del conocimiento de uno mismo, este trabajo se lleva a cabo con técnicas verbales para desarrollar la autoconciencia y el empoderamiento.